Les dejo unos ejercicios de práctica para que traigan realizados la semana que viene!
Hasta pronto!
Liliana.
Consignas:
1. Lea el cuento y
responde: ¿Qué tipo de texto es? Indique todas las características
correspondientes que aparezcan en el mismo incluyendo: tipo de policial,
investigador, delincuente, pistas, sospechosos, víctima, tipo de narrador y
fundamente con citas textuales.
Los
amigos.
En ese juego todo tenía
que andar rápido. Cuando el Número Uno decidió que había que liquidar a Romero
y que el Número Tres se encargaría del trabajo, Beltrán recibió la información
pocos minutos más tarde. Tranquilo pero sin perder un instante, salió del café
de Corrientes y Libertad y se metió en
un taxi. Mientras se bañaba en su departamento, escuchando el noticioso, se
acordó de que había visto por última vez a Romero en San Isidro, un día de mala
suerte en las careras. En ese entonces Romero era un tal Romero, y él un tal
Beltrán; buenos amigos antes de que la vida los metiera por caminos tan
distintos. Sonrió casi sin ganas, pensando en la cara que pondría Romero al
encontrárselo de nuevo, pero la cara de Romero no tendría ninguna importancia y
en cambio había que pensar despacio en la cuestión del café y del auto. Era
curioso que al Número Uno se le hubiera ocurrido hacer matar a Romero en el
café de Cochabamba y Piedras, y a esa hora; quizá, si había que creer en
ciertas informaciones, el Número Uno ya estaba un poco viejo. De todos modos la
torpeza de la orden le daba una ventaja: podía sacar el auto del garaje,
estacionarlo con el motor en marcha por el lado de Cochabamba, y quedarse esperando
a que Romero llegara como siempre a encontrarse con los amigos a eso de las
siete de la tarde. Si todo salía bien evitaría que Romero entrase en el café, y
al mismo tiempo que los del café vieran
o sospecharan su intervención. Era cosa de suerte y de cálculo, un
simple gesto (que Romero no dejaría de ver, porque era un lince), y saber
meterse en el tráfico y pegar la vuelta a toda máquina. Si los dos hacían las
cosas como era debido –y Beltrán estaba tan seguro de Romero como de él mismo-
todo quedaría despachado en un momento. Volvió a sonreír pensando en la cara
del Número Uno cuando más tarde, bastante más tarde, lo llamara desde algún
teléfono público para informarle de lo sucedido.
Vistiéndose
despacio, acabó el atado de cigarrillos y se miró un momento al espejo. Después
sacó otro atado del cajón, y antes de apagar las luces comprobó que todo estaba
en orden. Los gallegos del garaje le tenían el Ford como una seda. Bajó por
Chacabuco, despacio, y a las siete menos diez se estacionó a unos metros de la
puerta del café, después de dar dos vueltas a la manzana esperando que un
camión de reparto le dejara el sitio. Desde donde estaba era imposible que los
del café lo vieran. De cuando en cuando apretaba un poco el acelerador para
mantener el motor caliente; no quería fumar, pero sentía la boca seca y le daba
rabia.
A las siete
menos cinco vio venir a Romero por la vereda de enfrente; lo reconoció en
seguida por el chambergo gris y el
saco cruzado. Con una ojeada a la vitrina del café, calculó lo que tardaría en
cruzar la calle y llegar hasta ahí. Pero a Romero no podía pasarle nada a tanta
distancia del café, era preferible dejarlo que cruzara al calle y subiera a la
vereda. Exactamente en ese momento, Beltrán puso el coche en marcha y sacó el
brazo por la ventanilla. Tal como había previsto, Romero lo vio y se detuvo
sorprendido. La primera bala le dio entre los ojos, después Beltrán tiró al
montón que se derrumbaba. El Ford salió en diagonal, adelantándose limpio a un
tranvía, y dio la vuelta por Tacuarí. Manejando sin apuro, el Número tres pensó
que la última visión de Romero había sido la de un tal Beltrán, un amigo del
hipódromo en otros tiempos.
Autor: Julio Cortázar, en Final del juego, Buenos Aires, 1956.
Vocabulario: chambergo:
tipo de sombrero.
2. Busque, transcriba y explique une ejemplo de elipsis, uno de
referencia, uno de sustitución léxica y dos conectores de diferente clase.
A las siete
menos cinco vio venir a Romero por la vereda de enfrente; lo reconoció en
seguida por el chambergo gris y el saco cruzado. Con una ojeada a la vitrina
del café, calculó lo que
tardaría en cruzar la calle y llegar hasta ahí. Pero a Romero no podía pasarle
nada a tanta distancia del café, era preferible dejarlo que cruzara al calle y
subiera a la vereda. Exactamente en ese momento, Beltrán puso el coche en
marcha y sacó el brazo por la ventanilla. Tal como había previsto, Romero lo
vio y se detuvo sorprendido. La primera bala le dio entre los ojos, después
Beltrán tiró al montón que se
derrumbaba. El Ford salió en diagonal, adelantándose limpio a un tranvía, y dio
la vuelta por Tacuarí. Manejando sin apuro, el Número tres pensó que la última
visión de Romero había sido la de un tal Beltrán, un amigo del hipódromo en otros tiempos.
3. Elija dos oraciones y analice sintácticamente:
a. Beltrán recibió la información pocos minutos más tarde
b. A las siete menos cinco vio a Romero en la vereda de enfrente
c. Beltrán puso el coche en marcha y sacó el brazo por la
ventanilla.
4. Lea nuevamente el texto del punto 2 y clasifique los
pronombres destacados indicando clase y características morfológicas. Luego
utilícelos para escribir una oración con cada uno.
5. Escribe el texto de manera coherente y cohesiva a partir de
las siguientes oraciones:
La novela tradicional fue el género propio de la burguesía./ Los
ideales de la burguesía fueron expresados a través de la imaginación por la
novela./ Los ideales de la burguesía se centran en la realización personal
dentro de un contexto laico y competitivo./ La crisis de los valores burgueses
se reflejaron en la novela sobre todo a partir de 1914./ A partir de 1914, la
novela se convierte en un campo para nuevas propuestas estéticas e ideológicas.
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