Chicos:
No se olviden de traer estos ejercicios impresos para la clase digital de la semana que viene. Traten de darle más interlineado para ser claros en la ejercitación. Un saludo. Gracias.
Prof. Corina Laita
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EJERCICIOS PARA 3º
AÑO
1) Identifica
y clasifica las Proposiciones Incluidas en el siguiente fragmento y
explica el sentido de las mismas.
Entrar en
aquel silencio que era la ciudad a las ocho de una brumosa noche de
noviembre,
pisar la acera de cemento y las grietas alquitranadas, y caminar, con
las manos
en los bolsillos, a través de los silencios, nada le gustaba más al
señor
Leonard Mead. Se detenía en una bocacalle, y miraba a lo largo de las
avenidas
iluminadas por la Luna ,
en las cuatro direcciones, decidiendo qué
camino
tomar. Pero realmente no importaba, pues estaba solo en aquel mundo
del año
2052, o era como si estuviese solo. Y una vez que se decidía, caminaba
otra vez,
lanzando ante él formas de aire frío, como humo de cigarro.
2) Identifica
y clasifica las Proposiciones Incluidas en el siguiente fragmento y
explica el sentido de las mismas.
Todo un
año, de su vida de siete años, Antoñito había esperado que le dieran la soga;
ahora podía hacer con ella lo que quisiera. Primeramente hizo una hamaca
colgada de un árbol, después un arnés para el caballo, después una liana para
bajar de los árboles, después un salvavidas, después una horca para los reos,
después un pasamano, finalmente una serpiente.
Tirándola
con fuerza hacia delante, la soga se retorcía y se volvía con la cabeza hacia
atrás, con ímpetu, como dispuesta a morder. A veces subía detrás de Toñito
las escaleras, trepaba a los árboles, se acurrucaba en los bancos. Toñito
siempre tenía cuidado de evitar que la soga lo tocara; era parte del juego.
Yo lo ví llamar a la soga, como quien llama a un perro, y la soga se le
acercaba, a regañadientes, al principio, luego, poco a poco, obedientemente.
Con tanta maestría Antoñito lanzaba la soga y le daba aquel movimiento de
serpiente maligna y retorcida que los dos hubieran podido trabajar en un
circo. Nadie le decía: “Toñito, no juegues con la soga.” La soga parecía
tranquila cuando dormía sobre la mesa o en el suelo.
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